
Poder realizar una visita escolar al aeropuerto es motivo de muchas emociones para los niños porque despierta su curiosiodad y genera preguntas como ¿por qué vuelan los aviones?, ¿ cómo es la cabina?, ¿qué tan largo es un avión?, ¿a qué velocidad viaja?, ¿qué combustuble utliza y dónde lo almacena y cuánto contamina al ambiene?, ¿cuánto pesa?, etc.
Lo más sorprendente fue poder subir al avión, recorrer su interior, experimentar la simulación de un despegue al recibir las indicaciones del piloto, conocer las categorías y servicios que las distinguen y llegar hasta la cabina para observar todas las máquinas que controlan los pilotos.
Definitivamente, las visitas escolares son detonantes de la curiosidad natural de los niños que no terminan de preguntar y aprender cosas curiosas y extraordinarias llenas de significado.
Lo más sorprendente fue poder subir al avión, recorrer su interior, experimentar la simulación de un despegue al recibir las indicaciones del piloto, conocer las categorías y servicios que las distinguen y llegar hasta la cabina para observar todas las máquinas que controlan los pilotos.
Definitivamente, las visitas escolares son detonantes de la curiosidad natural de los niños que no terminan de preguntar y aprender cosas curiosas y extraordinarias llenas de significado.